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Las gachas de avena o porridge son uno de mis desayunos favoritos! En realidad no tienen ningún secreto, simplemente se trata de hervir copos de avena en leche o agua y añadir tus toppings y endulzantes favoritos.
En mi caso utilizo leche vegetal porque en agua las encuentro muy sosas. La bebida vegetal que utilizo es leche de soja porque, como ya he comentado en otros posts, es la bebida vegetal más interesante nutricionalmente y la que suele llevar menos azúcar. La que compro yo sólo contiene 2,2 gr de azúcar/100 ml, además está enriquecida en calcio. A veces también utilizo leche de avena, pero de forma mucho más ocasional. Los copos de avena que utilizo son los copos finos de avena integral, ya que se cuecen más rápido que los enteros (suelen estar listos en menos de 5 minutos). Ambos están igual de buenos pero yo escojo éstos por un tema de practicidad. Si tienes los enteros simplemente tendrás que cocinarlos un poquito más.
Como endulzantes utilizo fruta y canela. No añado azúcar, ni siropes ni melazas ni nada de nada! Siempre digo que el mejor endulzante es la fruta y para mi gusto las gachas de avena o porridge están riquísimas sin azúcar añadido. Aún así debo reconocer que la primera vez que las probé me parecieron un poco sosas y añadí algo de azúcar. Fui disminuyendo la cantidad hasta que ya no necesité añadirle ni un poquito (trucos para reeducar el paladar! 😉 ). Si tu todavía sigues un poco enganchado al dulce puedes añadir una cucharadita de azúcar o cualquier otro endulzante e ir reduciendo la cantidad. Sino, el truco es ponerle mucha fruta bien dulce como topping. También puedes añadir mantequilla de cacahuete, de macadamia, crema casera de cacao y avellanas, dátiles troceados, compota de manzana casera, copos de coco desecado… hay muchas opciones para endulzar de forma saludable! Otro de los toppings que suelo poner a las gachas de avena o porridge son frutos secos (nueces pecanas, de macadamia, cacahuetes tostados…) y semillas (de chía, de lino molidas, de calabaza…). En la foto que ves a continuación hay plátano con semillas de amapola, arándanos, frambuesas y kiwi gold. Los arándanos y frambuesas se ven un poco más blancos porque estaban congelados; yo los congelo porque si no los comes enseguida suelen ponerse malos, pero con el calor de las gachas recién hechas enseguida se descongelan.
Este desayuno me encanta tanto en verano como en invierno. En invierno tomo las gachas de avena o porridge recién hechas bien calentitas y en verano las meto 5 minutos en el congelador para que se enfríen un poco antes de comerlas. Si eres de los que no tienes tiempo por la mañana puedes prepararlas la noche anterior: las dejas en la nevera y a la mañana siguiente las calientas un poco al microondas o las tomas fresquitas. También existe la opción de dejar los copos de avena en remojo toda la noche en leche o agua y tomarlos tal cual al día siguiente, sin necesidad de hervirlos. A mi me gustan más hervidos pero para gustos colores! 😉
Bueno te dejo la recera, espero que la disfrutes!
- 50 gramos de copos finos de avena integral
- 200 ml de leche de soja (escoje una marca que no tenga más de 3 gramos de azúcar por cada 100 ml)
- ½ c.p. de canela molida (si es de Ceylan, mejor)
- Toppings a tu elección: plátano, kiwi, arándanos, frambuesas, semillas, frutos secos, mantequilla de cacahuete...
- Pon a hervir en un cazo los copos de avena, la leche vegetal y la canela. Cuando arranque a hervir baja el fuego al mínimo.
- Remueve frecuentemente para que no se pegue y cocina a fuego bajo hasta obtener una consistencia espesa.
- Traspasa las gachas de avena en un bol y añade tus toppings favoritos. Si quieres una consistencia más líquida puedes añadir un poco más de leche vegetal.
Puedes utilizar cualquier otra bebida vegetal, pero ojo con la cantidad de azúcar que tienen algunas.
c.p. = cucharadita de postre
*La información nutricional está calculada sin tener en cuenta los toppings.
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